Ya desde su nacimiento, el Museo estuvo condicionado por el reducido espacio con que contaba para la exhibición de las colecciones, buena prueba de lo cual son las reiteradas solicitudes de su Encargado, D. Jesús de Larrea entre los años 1922 y 1925 para ampliar la superficie del Centro.
Pese a todo, será ésta una época tremendamente fructífera en lo que a la formación de las colecciones respecta. Se inician y esbozan ya entonces las principales colecciones del Museo: agricultura, pesca, pastoreo, ferrería, caserío, indumentaria, cerámica... y el Museo comienza a adquirir un renombre y una reputación a nivel territorial y nacional.
Vienen, así mismo, a confirmar las relaciones que el Museo mantiene con destacados miembros de la comunidad científica internacional que, durante estos años (1925-1929), se acercan al Museo con el fin de conocer y estudiar sus colecciones. Entre ellos cabe citar a Eugenyusz Frankowski, l’Abbé Henri Breuil, Hugo Obermaier, Martín Almagro Bash, Luis de Hoyos Sainz, Angel Apraiz... , a los que se añaden los nombres de D. Telesforo de Aranzadi, D. José Miguel de Barandiarán y D. Enrique de Eguren, habituales colaboradores en la investigación de los materiales arqueológicos.
En estas condiciones se produce el estallido de la Guerra Civil, con las consecuencias políticas que, a nivel del Museo, se tradujeron en un expediente de depuración abierto a su Encargado y en el exilio y dispersión del grupo de investigadores que se habían convertido en colaboradores inestimables de la Institución, siendo su consecuencia más inmediata la paralización de la adquisición y de la investigación de las colecciones. La Guerra tuvo además otra lamentable incidencia, en este caso concretada en las colecciones etnográficas del Museo, que iniciaron un largo peregrinaje, del que no todas consiguieron retornar a salvo.
En 1956 accede a la Dirección del Museo D. Mario Grande Ramos y ya desde su acceso al cargo, impulsará y participará activamente en las investigaciones y en las excavaciones arqueológicas de Bizkaia, colaborando estrechamente con D. José Miguel de Barandiarán, y posteriormente, con las nuevas generaciones de arqueólogos encabezadas por D. Juan Mª Apellaniz y D. Ernesto Nolte. Así mismo se consiguió de la Diputación la creación en 1958 de un Servicio Provincial de Investigaciones Arqueológicas bajo la directa responsabilidad del Director del Museo.
Los ingresos de fondos en esta etapa se redujeron considerablemente, primándose su carácter histórico y restringiendo el ámbito de procedencia de los objetos al territorio de Bizkaia.
Este espíritu se reflejará en la nueva denominación que en 1967 se dará al centro, Museo Histórico de Vizcaya, hecho que causó un gran malestar en algunos sectores de la Junta de Patronato.
Para aquellas fechas de 1967, el Museo contaba ya con un rico patrimonio, que superaba con mucho la disponibilidad de espacio que ofrecía el Claustro por lo que las Instituciones Patrocinadoras, Diputación y Ayuntamiento, acordaron en 1965 crear un Museo de mayor amplitud, sufragando a partes iguales las obras del proyecto de reforma del edificio, que se iniciaron en el año 1968
Paralelamente se replantea la forma y configuración de las exposiciones y en 1968 un nuevo plan de ordenación comenzará a ponerse en práctica. Con la inauguración, el 3 de Octubre de 1970 de la nueva sede, el Museo recuperaba su condición de espacio abierto y ocupaba, además del Claustro, las tres plantas superiores del edificio.
En 1980, y con la llegada de las nuevas corporaciones democráticas, comienza a plantearse una redefinición de los objetivos del Museo, que cristalizarán al acceder a la Dirección Dña. Karmele Goñi Auzmendi. En 1997 la Dra.. Amaia Basterretxea Moreno le sustituye como Directora del Museo.
El establecimiento del bilingüismo y el cambio, en 1981, de la denominación del Museo, “Euskal Arkeologia Etnografia eta Kondaira Museoa / Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico Vasco”, serán los primeros pasos de esta nueva etapa, que continuará con la articulación del Museo en Secciones o Departamentos con la finalidad de optimizar los recursos
Las colecciones del Museo -inicialmente Arqueología, Etnografía e Historia- y como consecuencia del traslado de los materiales arqueológicos al Museo de Arqueología de Bizkaia inaugurado el 2 de abril de 2009, se adscriben hoy en día a los Departamentos de Etnografía e Historia. El ámbito de colecta de estas colecciones abarca todo el País Vasco, entendido éste como un concepto cultural por encima de delimitaciones políticas y administrativas. Esta política, que ha enriquecido considerablemente el patrimonio del Museo se ha visto acompañada de un trabajo paralelo de investigación y estudios de etnografía de campo.
En 2009 las instituciones patronas del Museo Vasco aprobaron la convocatoria mediante concurso público, de la elaboración de un nuevo Plan Museológico para el Museo Vasco con el objetivo de redefinir el Museo y completar con ello la oferta museística del territorio y de nuestra Comunidad Autónoma. Confiamos que en un futuro próximo la aplicación del nuevo Plan, ya elaborado, sea una realidad.