Miguel de Unamuno y la fotografía. ¡Imaginar lo que se ve!

Miguel de Unamuno y la fotografía. ¡Imaginar lo que se ve!

29 de Septiembre del 2014 - 1 de Febrero del 2015

La Casa-Museo Unamuno de la Universidad de Salamanca conserva, entre sus cuantiosos e importantes materiales, un archivo fotográfico compuesto por varios centenares de imágenes relacionadas, de una manera u otra, con casi todos los aspectos de la vida y la actividad de Miguel de Unamuno. En dicho fondo, reunido por el propio Unamuno a lo largo de su vida, encontramos una amplia gama de soportes, temas y, sobre todo, usos de lo fotográfico: retratos, fotos de familia, fotografías de viaje, tarjetas fotográficas, fotografías estereoscópicas, tarjetas postales circuladas y no circuladas, libros y revistas ilustradas con imágenes de Unamuno, fotografías de arquitectura y reproducciones de arte, vistas y monumentos, así como fotografías de actualidad y reportaje. El hecho de que se haya conservado agrupado tan abundante y variado material permite tener una visión de conjunto de la relación que mantuvo Unamuno, a lo largo de su vida y a través de su actividad, con la fotografía, y por extensión con las imágenes, además de ofrecer la posibilidad de profundizar en diferentes aspectos de su personalidad y su obra.

Miguel de Unamuno actúa en buena medida como un hombre de su época en cuanto al uso de la fotografía, tanto en lo privado como en lo público. Conserva fotos de familia y va desarrollando su propio álbum familiar a medida que ésta crece, hasta convertirse en un auténtico diario visual de su existencia. Acude al estudio fotográfico a retratarse con regularidad para actualizar su imagen y, cuando las necesita, encarga copias de sus retratos. Recibe y envía tarjetas postales, y también las adquiere, las conserva y las organiza. Durante toda su vida mantiene una fluida “correspondencia fotográfica”, a través de la cual recibe retratos dedicados de amigos, admiradores, discípulos o colegas, y a su vez envía el suyo dedicado. También es fotografiado posando con otras personas, con motivo de encuentros o visitas, y comparte y conserva el recuerdo fotográfico de sus viajes y excursiones.

A lo largo del tiempo reúne un numeroso archivo fotográfico de diversa temática. Algunas veces, es él mismo quien solicita a amigos y colegas las imágenes que le interesan, pero en la mayor parte de las ocasiones, son éstos los que toman la iniciativa de enviarle fotografías que pueden resultar de su interés, especialmente de arquitectura, arte religioso, etnografía y naturaleza.En su dimensión de autor y hombre público, Unamuno cumple «fotográficamente» con sus obligaciones, tanto por el desarrollo de una importante actividad como escritor, publicista y conferenciante, como por el hecho de convertirse, a medida que pasan los años, en una celebridad, en un icono y en un símbolo. Gestiona su imagen, que envía a editoriales y publicaciones periódicas, es objetivo de los reporteros a medida que se desarrolla el periodismo gráfico, su retrato aparece en agencias fotográficas o de prensa, es fotografiado con motivo de los actos públicos en los que participa y posa para reportajes fotográficos que se publican en revistas ilustradas, así como para los artículos de prensa o las entrevistas.

La mayor parte del material fotográfico que aquí se presenta encuentra su filiación y contexto en la amplísima producción y actividad pública desarrollada por Miguel de Unamuno, además –por supuesto- de en su biografía y en el tejido de sus relaciones personales y profesionales.