Carnaval Rey de Europa II
20 de Enero del 2012 - 4 de Marzo del 2012
El proyecto Carnival King of Europe Carnaval Rey de Europa, iniciado en 2007 por iniciativa del Museo de los Usos y Costumbres de la Gente Trentina de San Michele all’Adige (Italia), se han adherido en una primera fase (20072009) significativos museos europeos de Francia, Croacia, Bulgaria y Macedonia a los que posteriormente se han sumado (20102012) museos de Eslovenia, Rumania, Polonia y Vasconia. Actualmente participan en el proyecto el Euskal Museoa -Museo Vasco de Bilbao, el Slovenski Etnografski Muzej de Liubliana (Eslovenia), el Complexul Naţional Muzeal Astra de Sibiu (Rumania), el Państwowe Muzeum Etnograficzne w Warzawie de Varsovia, el Etnografski Muzej, Zagrab de Zagreb (Croacia), el Ethnographic Institute and Museum, Bulgarian Academy of Sciences de Sofia (Bulgaria) y el Nacionalna Ustanova Muzej na Makedonija de Skopje (Macedonia), además naturalmente, del Museo degli Usi e Costumi della Gente Trentina de San Michele all’Adige (Italia) que es cordinador.
El carnaval europeo hunde sus raices en el amplio espectro de las mascaradas populares de invierno, la estación de los ritos por excelencia, y claramente contrapuesta al verano que es la estación de los trabajos agrícolas. De este modo, desde Todos los Santos hasta marzo, en una única ocasión o en varias, los antepasados regresan a visitar a los vivos y a prometerles fertilidad y abundancia disfrazados de jóvenes lugareños enmascarados. De este modo y aún hoy, en algunos pueblos de gran parte de Europa desde los Balcanes a Iberia, desde los Alpes y la Europa de los Habsburgo hasta las Islas Británicas, puede seguirse el rastro de un antiguo rito que se inspira en antiguos sortilegios agrícolas. Carnival King of Europe se propone redescubrir los vestigios de este antiguo ritual por todos los rincones del continente y confrontarlos con el fin de dejar constancia de las semejanzas más evidentes y poder interpretar los denominadores comunes a todos ellos.
El ciclo de la Mascarada
El ciclo de la mascarada se inicia con la entrada estrepitosa de pavorosas y diabólicas figuras que, cubiertas de pieles, cencerros y campanillas, representan la pesadilla recurrente de un estado Zamalzain Zaldiko (Zuberoa) de pánico ancestral. Siguen figuras más míticas, bailarines o brincadores, vestidos de blanco, a menudo caracterizados con un puntiagudo gorro alto decorado con cintas: son figuras hieráticas, sacerdotales, que intervienen en una ceremonia específica. Casi universalmente, la farsa consiste en la representación de la celebración de un matrimonio, seguida habitualmente del arrastre de un arado por la plaza del pueblo. Terminada la ceremonia, se da lectura a la parte transgresora de la mascarada, con sus comparsas satíricas, repelentes y obscenas. Al finalizar, un juicio público condenará a muerte al Carnaval o a una figura de paja que lo representa e inmediatamente, el gran caleidoscopio de la mascarada desaparecerá entre la humareda de un gran fuego purificador. Un guión preciso que se repite desde siempre en toda Europa con pequeñas variantes: en suma un auténtico misterio, aún sin resolver, para etnólogos e historiadores.