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El Claustro del Museo Vasco contará con una cubierta de vidrio integrada en el edificio a principios de 2018

 

El plan de trabajo, que ha comenzado en noviembre, tiene como objetivo mejorar la conservación de las piezas que se encuentran en el patio y lograr una ampliación del espacio del centro para la realización de actividades culturales


 

El Museo Vasco, dependiente de la Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, contará con un Claustro cubierto en los primeros meses de 2018. El proyecto pretende mejorar notablemente las condiciones ambientales del patio claustral. Así, el cubrimiento servirá para proteger al ídolo de Mikeldi, y otras piezas de la colección que se exponen en el Claustro, de las adversidades climatológicas, ya que se trata de un lugar que sufre constantemente los daños provocados por la humedad. 

Además, el Museo Vasco y la ciudad ganarán un nuevo espacio destinado principalmente a actividades culturales, algo que resultaba complicado hasta el momento debido a que, al estar a la intemperie, su uso quedaba limitado los días de lluvia.

Los trabajos de cubrimiento proporcionarán al centro una estructura formada por un prisma realizado en vidrio que se integrará perfectamente en la imagen actual del Museo. El estudio de arquitectura ganador del concurso A+PI Arquitectos ha sido el encargado de redactar este proyecto y se encargará, a partir de este momento, de la dirección de la obra. Se trata de un trabajo no invasivo en el que la cubierta respetará el edificio actual, ya que la construcción, además de guiarse por la normativa urbanística que deben cumplir los edificios situados en el Casco Viejo bilbaíno, cuenta con una protección especial.

 

Detalles técnicos

El cubrimiento proyectado se materializa en la colocación de un cuerpo prismático de vidrio, creando una nueva altura que proporcionará mayor amplitud y ligereza al espacio claustral, dotándole de gran luminosidad coherente con el carácter de espacio exterior con que fue concebido. Se trata, por tanto, de realizar una solución respetuosa con la arquitectura y proporciones del edificio, y más concretamente de su claustro de estilo barroco clasicista temprano, siempre pensado desde una perspectiva decididamente contemporánea sin olvidarnos del carácter sobrio y austero de la arquitectura histórica ilustrada vasca.

Técnicamente, se diseña una estructura muy ligera, con una puesta en obra sencilla y económica al tratarse de elementos aislados que se montan en la propia obra, circunstancia especialmente importante atendiendo a la ubicación y configuración del edificio. Con una composición bidireccional, el nuevo cubrimiento respeta los actuales ejes de sustentación del claustro, así desde los pilares se forma una malla de cuadrados de 3x3 metros con sus diagonales y se completa con una estructura vertical de atirantado. Se aprovechan los elementos verticales del atirantado estructural, para ubicar en ellos los puntos de luz del claustro, iluminación regulable para atender a las distintas necesidades de uso y completará la existente

La inversión de la obra está fijada en 356.107,53 euros. A esta cantidad le acompañan los gastos derivados de arquitecto, aparejador y coordinación de seguridad.

 

Meses de trabajo

Las obras iniciadas son el resultado de meses de trabajo. En el primer trimestre de 2017 se llevó a cabo un concurso en dos fases con intervención de jurado para la redacción del proyecto. Así, un total de 20 propuestas, más una que se entregó fuera de plazo, optaron al proyecto.

La Diputación Foral de Bizkaia, el Ayuntamiento de Bilbao y el Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro, formaron el jurado que descartó once de las veinte propuestas por no tener un nivel adecuado de integración funcional y estructural, imagen arquitectónica y solución energética. En la segunda evaluación, se descartaron otros seis proyectos por no adecuarse a la imagen arquitectónica. Los tres finalistas pasaron a la segunda en la que recibieron 1.000 euros cada una por la redacción de un anteproyecto. El seleccionado, A+PI Arquitectos, se contrató el 17 de julio, momento a partir del cual contó con 30 días para entregar el proyecto de ejecución.

Finalmente, durante el mes de noviembre, se ha llevado a cabo la adjudicación de la obra, resultando adjudicataria la empresa Construcciones Castellano. Está previsto que los trabajos de cubrimiento tengan una duración aproximada de 4 meses.