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El Museo Vasco presenta Frivolité, una exposición para perder la cabeza

 

La muestra es un paseo por la indumentaria del siglo XVIII que refleja los gustos cortesanos de una época refinada y sensual

 


 

Nada le haría pensar a Virginie Déjazet, afamada actriz parisina alrededor del año 1820, que una de sus prendas acabaría siendo admirada en Bilbao. El traje, que se podrá contemplar desde el 24 de junio de 2107 y hasta el 7 de enero de 2018 en el Museo Vasco, es sólo uno de los 23 maniquíes de la maravillosa muestra que la institución bilbaína ha inaugurado con una colección de indumentaria del siglo XVIII procedente del Museo San Telmo de San Sebastián. Se trata de una oportunidad única, ya que se caracteriza por ofrecer un amplio abanico de trajes de la alta sociedad, una nobleza que con sus excelentes tejidos y bordados, evocan la frivolité de una clase cortesana, galante, refinada, exótica y sensual.

El pintor chileno Santiago Arcos Ugalde, de la escuela de León Bonnat y que vivió en la 1ª década del siglo XX en San Sebastián, reunió una colección que junto a su mujer utilizaron en las fiestas de sociedad de la época. Finalmente, será el Museo San Telmo quien reciba estas joyas en los años 40. Además de por lo exótico y sensual de las historias que esconden las piezas, la nueva exposición del Museo Vasco hará perder la cabeza a quien la visite contemplando los vestidos y ternos a la francesa.

La institución bilbaína abre las puertas de Frivolité para que el visitante se envuelva en las sedas que, con la llegada de Luis XV, se convirtieron en el tejido más empleado en la confección de los trajes de la corte. Especialmente, los que se creaban en los cientos de telares diseminados por Lyon consiguieron una reputación máxima, ganándole la partida a la seda italiana. Los mensajes (políticos, sociales, de amor o artísticos) a través del bordado  también se podrán descubrir en la muestra, por ejemplo, las chupas con referencias a comedias tan conocidas como las `Bodas de Fígaro´.

La seducción llegará con los corsés que se esconden bajo estas prendas, las barbas de ballena con los que se elaboraban se convirtieron en el material más apreciado del momento. Un prenda usada por mujeres desde la infancia y cuestionada por médicos y filósofos de esos años por su acción perjudicial.

Todo aquel que visite el Museo Vasco descubrirá en Frivolité auténticos tesoros textiles confeccionados con materiales vulnerables y frágiles, pero que son trajes históricos cuyas vivencias no son para nada quebradizas. Un viaje al siglo XVIII que, siguiendo con la terminología de la moda, es el broche que esperaba Bilbao. 


Galería de imágenes de la inauguración