El inicio del ciclo de documentales se saldó con un lleno total de la sala del Consulado del Museo Vasco. Los periodistas Carlos Bacigalupe y Alberto López de Echevarrieta hicieron las  veces de maestros de ceremonia  y procedieron a describir  el proceso de creación de los tres cortos, las anécdotas relativas a las cintas y la historia de los hermanos Azkona.

Si  el primer corto, “El secreto de Jipi y Tilin”, arrancó  sonrisas al  público ante las andanzas de los dos protagonistas, fue el corto “Bilbao” el que  suscitó comentarios, algunos de asombro, al descubrir el Bilbao de 1926. Fue un lujo tener la oportunidad de conocer cómo era la villa en aquellos años, observar el bullicio de sus calles y el atuendo de sus transeúntes, que como bien lo apuntó López de Echevarrieta mostraba a  “la gente bien de Bilbao”, y por ello todos muy bien vestidos.

En el  tercer corto “Los apuros de Octavio”,  la publicidad era una protagonista más y un factor importante para conseguir apoyo económico para la realización de la película.

La nota emotiva la puso la presencia en la sala de Mari Carmen Gil Azkona, hija de Consuelo Azkona,  y Yolanda Azkona, hija de Victor Azkona.  Las dos, muy conmovidas, contaron al finalizar la proyección,  cómo  fueron aquellos rodajes, la presencia de su madre en el corto, o el paso que dieron los hermanos Azkona de realizar películas a montar un  negocio familiar, una droguería.

Una velada interesante donde todo el mundo disfrutó y un buen inicio de las actividades programadas por el museo para este otoño.

Gracias a todos y a todas por acompañarnos.